- Las fatigas de la vida, la pobreza, las contradicciones avivan la llama de pensamientos y propósitos santos.
- ¡Pobre de aquél que no sabe mortificarse! Más pobre aún el religioso que no se aprovecha del espíritu de penitencia para hacer progresos en la santificación de su alma.
- Es tan necesaria la mortificación que -sin ella- no se podría llevar una vida razonable sobre la tierra.
- Quien desea obrar bien, no debe reparar en las incomodidades, ni tener miedo de perder cuatro pesos, por amor a Dios.
- Las mortificaciones y penitencias sirven en particular para tener humilde la cabeza, fuerte el corazón, sujeto el cuerpo.
- Hay que mortificar la vista sin parecer mojigato; el oído sin ser o parecer rústico.
- La mortificación nos tiene clavados con Cristo en la cruz.
- Con ejercicios penosos y entrenamientos se hacen célebres los atletas seglares; mucho mejor y más eficazmente se hacen santos los personajes ilustres de la virtud cristiana.
- Bueno es mortificar la carne, pero es mucho mejor purificar el corazón de los afectos impuros o incontrolados.
- Sin cansancio no se hace nada.
- ¡Cuánto trabajo de mortificación antes de volverse instrumentos dignos en las manos de Cristo, para obras santas!
- Despacio, pero constantemente, trabaja Dios en el alma, como lo hace el cincel del artista sobre el mármol, para sacar a luz una hermosa estatua.
- Sufrimientos extraordinarios, gracias extraordinarias.
- La tribulación es el martillo con que se perfecciona nuestra alma.
- La víctima que sufre tiene el corazón semejante al de Jesús.
- Se necesitan víctimas para edificar Obras.
- Hacen falta víctimas en todo, pero en particular para levantar baluartes de salvación para las almas.
- No es posible hacer el bien más que subiendo al fatigoso camino del Calvario.
- ¡Pobre el hombre que no está guiado por el espíritu de mortificación!
- La virtud que salva mana del Calvario.
- La más grande bienaventuranza para el cristiano es sufrir por amor de Dios.
- Las batallas del espíritu son duras, pero ¡qué gloria salir con la victoria!
- Arraiguen en su corazón a Jesús Crucificado y todas las espinas les parecerán rosas.
- Para hacer el bien hay que subir al Calvario.
- Las obras de Dios deben tener como base al sufrimiento.
- El amor es el agente del heroísmo en los sacrificios.
- El que de veras quiere amar a Dios, no lo logra sin no tiene sed continua de padecer.
- ¡Qué dulce es el sufrir en presencia de Dios y del Paraíso!
- El amor de las almas fervientes no siente carga alguna de cansancio.
- Hay que temer más la bonanza que las adversidades.
- Muchas son las aflicciones del alma: únicamente se curan con el dolor.
- ¡Cuánto trabajo de mortificación, antes que se imprima en la mente y en el corazón la imagen de Cristo y se pueda llegar a ser dignos instrumentos de bien en las manos del Señor bendito!
Aquí encontrarás la recopilación de máximas y avisos del Beato Luis Guanella que constan en el libro "Luces para un camino".
domingo, 13 de febrero de 2011
Penitencia
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