- El gran deber de todo cristiano es no temblar frente al peligro; hay que trabajar con todas las fuerzas y en las maneras que la Divina Providencia sugiere.
- Cuando uno tiene vivísimo deseo de hacer el bien, supera todas las barreras y se hace presente.
- Hay que acostumbrarse a las contradicciones, sin desanimarse nunca: en ellas encontramos nuevas fuerzas, como los remeros que se robustecen más remando en la tempestad.
- Trabajar con vigor y al mismo tiempo con tranquilidad, estar unidos y contentarnos de los humildes servicios de cada día: esto se llama medio seguro para sacar provecho de sus talentos.
- ¡Qué dicha cuando Dios nos venga a visitar! Mientras tanto, como centinelas fieles, quedemos en nuestro lugar, a la espera.
- La paciencia de espíritu es como la abeja reina en una colmena: si se la quita las abejas se alborotan, murmuran y se matan hasta la última.
- Una persona ignorante, pero paciente, obtiene mucho más que otra docta e instruida, pero fogosa y precipitada.
Aquí encontrarás la recopilación de máximas y avisos del Beato Luis Guanella que constan en el libro "Luces para un camino".
domingo, 13 de febrero de 2011
Constancia en las adversidades.
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